¿Cuántas veces has oído algo del estilo de "es que yo soy de hueso ancho…"?
A pesar de que a veces no son más que simples excusas, es cierto que existen ciertos tipos de cuerpos con predisposición o facilidad para engordar o para adelgazar. Estos tipos de cuerpos son los denominados biotipos o somatotipos.
A pesar de que a veces no son más que simples excusas, es cierto que existen ciertos tipos de cuerpos con predisposición o facilidad para engordar o para adelgazar. Estos tipos de cuerpos son los denominados biotipos o somatotipos.

Ectomórfico. Tiene un metabolismo basal muy alto, por lo que le resulta muy difícil subir de peso. Tiende a tener la tensión baja y muy poca resistencia al dolor físico. Es el que presenta menor índice de grasa corporal y tiene más ventaja en deportes que requieren fondo.
Endomórfico. Todo lo contrario del anterior, es decir, su metabolismo basal es muy alto, lo que le facilita subir de peso. Tiende a tener la tensión alta. Además, suele tener un carácter muy tranquilo, un buen comer y un buen dormir. Suele ser más competente en deportes que requieren corpulencia, como balonmano, rugby...
Mesomórfico. Es el que presenta mayor equilibrio, mejor densidad muscular y un físico más esbelto y armonioso. Tiene más vitalidad y energía que los otros dos. Suele aguantar jornadas mucho más prolongadas y duras. Es psicológicamente más competitivo y tienden a la hipertensión.
Lógicamente, a la hora de establecer tus objetivos para modelar tu físico, debes ser consciente de cuál es tu punto de partida, o tu somatotipo. Así, podrás determinar la dieta y el entrenamiento más adecuados.
Endomórfico. Todo lo contrario del anterior, es decir, su metabolismo basal es muy alto, lo que le facilita subir de peso. Tiende a tener la tensión alta. Además, suele tener un carácter muy tranquilo, un buen comer y un buen dormir. Suele ser más competente en deportes que requieren corpulencia, como balonmano, rugby...
Mesomórfico. Es el que presenta mayor equilibrio, mejor densidad muscular y un físico más esbelto y armonioso. Tiene más vitalidad y energía que los otros dos. Suele aguantar jornadas mucho más prolongadas y duras. Es psicológicamente más competitivo y tienden a la hipertensión.
Lógicamente, a la hora de establecer tus objetivos para modelar tu físico, debes ser consciente de cuál es tu punto de partida, o tu somatotipo. Así, podrás determinar la dieta y el entrenamiento más adecuados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario